
Fotos: Ilustrativas
Fotos: Ilustrativas
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El buen uso del agua y no tirar basura en los ríos son medidas que cada persona debe asumir.
El ecoturismo favorece el mantenimiento de las áreas verdes.
Las plantas medicinales son comercializadas.
Los árboles son los pulmones del planeta y el hábitat de muchos seres vivos.
Fotos: Ilustrativas
El buen uso del agua y no tirar basura en los ríos son medidas que cada persona debe asumir.
El ecoturismo favorece el mantenimiento de las áreas verdes.
Las plantas medicinales son comercializadas.
Los árboles son los pulmones del planeta y el hábitat de muchos seres vivos.
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El buen uso del agua y no tirar basura en los ríos son medidas que cada persona debe asumir.
El ecoturismo favorece el mantenimiento de las áreas verdes.
Las plantas medicinales son comercializadas.
Los árboles son los pulmones del planeta y el hábitat de muchos seres vivos.
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El buen uso del agua y no tirar basura en los ríos son medidas que cada persona debe asumir.
El ecoturismo favorece el mantenimiento de las áreas verdes.
Las plantas medicinales son comercializadas.
Los árboles son los pulmones del planeta y el hábitat de muchos seres vivos.
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El buen uso del agua y no tirar basura en los ríos son medidas que cada persona debe asumir.
El ecoturismo favorece el mantenimiento de las áreas verdes.
Las plantas medicinales son comercializadas.
Los árboles son los pulmones del planeta y el hábitat de muchos seres vivos.
A esta tendencia, que para algunos parecerá de ficción u onírica, la han bautizado Economía Verde, y es precisamente el tema de este año 2012 del Día Mundial del Medio Ambiente, que impulsado por la ONU se conmemora desde hace cuatro décadas, todos los 5 de junio de cada año.
En pocas palabras, se puede decir que una economía verde es aquel sistema económico bajo en carbono, eficiente en recursos y socialmente inclusivo. Sus sectores claves son: la agricultura, el suministro de energía, la pesca, la industria, el transporte, el turismo, la silvicultura, las edificaciones y hasta el manejo de residuos.
No es una moda
A diferencia de las modas pasajeras medioambientales, la Economía Verde, según sus promotores, se perfila como una verdadera alternativa para impulsar el crecimiento económico sostenible, con la peculiar característica de reconocer el componente social. De ahí, el que lema del Día Mundial del Medio Ambiente este año diga: Economía Verde: ¿te incluye a ti? Y es que más que una interrogante, la frase se transforma en una invitación, que busca despertar la inquietud y el interés en la población a sumarse a esta tendencia desde su propio entorno social, económico y ambiental.
Existen varias maneras en que los ciudadanos, urbanos o rurales, podemos contribuir desde nuestra condición individual a ecologizar la economía. Un buen ejemplo de ello, aquí en Panamá, son las 284 inversiones ambientales, con un valor total de casi 6.5 millones de balboas, que se ejecutan exitosamente en cinco provincias y cuatro territorios indígenas, como parte del proyecto Productividad Rural / Consolidación del Corredor Biológico Mesoamericano del Atlántico Panameño (CBMAP II), en las que se están beneficiando directa e indirectamente más de 35 mil personas.
¿Qué hacer?
Entre las actividades productivas que se desarrollan en estas inversiones ambientales comunitarias, con el financiamiento del proyecto CBMAP II de la ANAM, se destacan la agricultura orgánica y la agroforestería con la producción de especies maderables nativas y frutales, combinadas con rubros como cacao, café, tubérculos y granos básicos. Asimismo, este Fondo de Inversiones Ambientales financia pequeños proyectos ecoturísticos comunitarios al igual que la elaboración y comercialización ecoamigable de artesanías, la producción y mercadeo sostenible de plantas medicinales, la reforestación y restauración de áreas degradadas o pequeñas cuencas, y la cría en cautiverio de especies silvestres en peligro de extinción.
Las agrupaciones comunitarias rurales que incursionan en esta incipiente forma de economía verde a través de sus inversiones ambientales, son humildes campesinas e indígenas que viven dentro o en la zona de amortiguamiento de trece áreas protegidas de Panamá con importancia global, los cuales suelen resentir los primeros embates de los fenómenos naturales asociados al deterior ambiental y el cambio climático, como los son las sequías y las inundaciones.
A través de sus inversiones ambientales, estos hombres y mujeres han comprendido que la erradicación de la pobreza está inevitablemente ligada al mantenimiento y la conservación de los bienes comunes ecológicos, ya que los flujos de beneficio del capital natural llegan directamente a los grupos más desfavorecidos y vulnerables, como ocurre en su caso, por lo que están desempeñando un papel protagónico y haciendo historia en esta nueva corriente de la economía verde en Panamá.
Ya sea que esté en el campo o en la ciudad, identifique en qué modo usted puede conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente, no solamente hoy, más bien la invitación es a adoptar alguna actividad ecoamigable, como parte de su estilo de vida, manteniendo presente que así está ayudando en esa transición hacia una economía verde, en la que el progreso económico socialmente inclusivo, no esté en riña con la sostenibilidad ambiental.