Durante su concierto en Tel Aviv, del pasado jueves, se proyectó la imagen de Le Pen, política francesa de ultraderecha y presidenta del Frente Nacional, asociada a los símbolos nazis. La imagen apareció en escena mientras Madonna interpretaba el tema “Nobody Knows Me”.
Aunque el concierto fue en Israel, su repercusión llegó hasta Francia, donde Le Pen respondió. "Las cantantes que envejecen deben hacer que hablen de ellas. Se puede entender que recurran a esos extremos", dijo la política, quien estudia demandarla.