Un scout de oro

Desde 1940 es parte de esta organización, donde empezó como lobato. Su hermano mayor era parte del movimiento y fue así como se hizo scout.

Estar en este grupo ha sido una experiencia maravillosa para Batista, pues le ha permitido trabajar en la dirigencia de la Asociación Nacional de Scouts.

Como dirigente ha podido ayudar a muchos jóvenes a los que les ha enseñado a hacer toda clase de nudos, senderismo, y uso de la brújula.

De joven quiso ser maestro, pero por cosas del destino no pudo hacer de este sueño una realidad, pero gracias a los scouts ha podido ser partícipe en la formación de muchos jóvenes.

Algunos de estos muchachos los ha visto convertidos en doctores, periodistas, abogados, mecánicos entre otras profesiones. Cuando los ve y le dicen “jefe”, se siente muy orgulloso, pues sabe que de alguna manera él influyó para que esos jóvenes se convirtieran en hombres y mujeres de bien.

Sus alumnos de cariño le llaman jefe, otros le dicen abuelo y es que por su experiencia y grandes conocimientos ha sabido ganarse el respeto y cariño de los niños y jóvenes scouts.

En sus siete décadas como scout, ha participado en muchas actividades importantes como: Jamboree, Centros de Manadas y exposiciones.

A su edad desea que Dios lo siga bendiciendo con mucha salud, para poder seguir ayudando a todos los niños, niñas y jóvenes que ingresan al Movimiento Scouts.