El cadáver fue divisado a orillas de la playa La Barqueta en el distrito de Alanje, en la provincia de Chiriquí, por personal del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc).
El estadounidense Anderson vivía en una de las casas de playa del lugar.
El Sinaproc había advertido a los bañistas sobre el peligro de ingresar al mar, por la existencia de mareas altas ese fin de semana.