
Katherine Castillo
“No estoy de acuerdo, siento que si ahorita está bien ¿para qué lo van a cambiar?, no tiene sentido”.
Desde el 12 de diciembre de este año, comenzará a regir la ley 52 del 2007, en la cual el sistema de medida de los alimentos cambiará por completo. Hay mucha incertidumbre con relación a este tema.
“No estoy de acuerdo, siento que si ahorita está bien ¿para qué lo van a cambiar?, no tiene sentido”.
“No estoy de acuerdo, siento que si ahorita está bien ¿para qué lo van a cambiar?, no tiene sentido”.
“Siento que no es mucha la diferencia, pero por lo que tengo entendido si se cobra de esa manera, quedan sobrando algunos centavos, ¿qué va a pasar con eso?”
“Eso debería quedarse como está, ya el panameño está acostumbrado a comprar su alimento por libras, ¿para qué cambiarlo?”
“Más que oponerme, quiero que me expliquen el porqué de la iniciativa, todavía no la han explicado de manera correcta”.
“Que lo dejen como está. Si se hace una encuesta, estoy segura de que la mayoría de las personas se oponen al cambio de libras a kilos”.
“Creo que no es lo mejor para el pueblo, con este cambio de libras a kilos queda sobrando algo y ese algo no va a llegar a mi bolsillo, de eso estoy segura”.
“No me agrada la idea, es algo que aún nadie me ha podido explicar porqué se quiere hacer. Más adelante nosotros seremos los golpeados con esto”.
“A mí no me gustaría, las autoridades dicen que eso no cambiaría, pero yo digo que sí. El panameño puede salir perdiendo”.
“No estoy de acuerdo, siento que si ahorita está bien ¿para qué lo van a cambiar?, no tiene sentido”.
“Siento que no es mucha la diferencia, pero por lo que tengo entendido si se cobra de esa manera, quedan sobrando algunos centavos, ¿qué va a pasar con eso?”
“Eso debería quedarse como está, ya el panameño está acostumbrado a comprar su alimento por libras, ¿para qué cambiarlo?”
“Más que oponerme, quiero que me expliquen el porqué de la iniciativa, todavía no la han explicado de manera correcta”.
“Que lo dejen como está. Si se hace una encuesta, estoy segura de que la mayoría de las personas se oponen al cambio de libras a kilos”.
“Creo que no es lo mejor para el pueblo, con este cambio de libras a kilos queda sobrando algo y ese algo no va a llegar a mi bolsillo, de eso estoy segura”.
“No me agrada la idea, es algo que aún nadie me ha podido explicar porqué se quiere hacer. Más adelante nosotros seremos los golpeados con esto”.
“A mí no me gustaría, las autoridades dicen que eso no cambiaría, pero yo digo que sí. El panameño puede salir perdiendo”.
“No estoy de acuerdo, siento que si ahorita está bien ¿para qué lo van a cambiar?, no tiene sentido”.
“Siento que no es mucha la diferencia, pero por lo que tengo entendido si se cobra de esa manera, quedan sobrando algunos centavos, ¿qué va a pasar con eso?”
“Eso debería quedarse como está, ya el panameño está acostumbrado a comprar su alimento por libras, ¿para qué cambiarlo?”
“Más que oponerme, quiero que me expliquen el porqué de la iniciativa, todavía no la han explicado de manera correcta”.
“Que lo dejen como está. Si se hace una encuesta, estoy segura de que la mayoría de las personas se oponen al cambio de libras a kilos”.
“Creo que no es lo mejor para el pueblo, con este cambio de libras a kilos queda sobrando algo y ese algo no va a llegar a mi bolsillo, de eso estoy segura”.
“No me agrada la idea, es algo que aún nadie me ha podido explicar porqué se quiere hacer. Más adelante nosotros seremos los golpeados con esto”.
“A mí no me gustaría, las autoridades dicen que eso no cambiaría, pero yo digo que sí. El panameño puede salir perdiendo”.
“No estoy de acuerdo, siento que si ahorita está bien ¿para qué lo van a cambiar?, no tiene sentido”.
“Siento que no es mucha la diferencia, pero por lo que tengo entendido si se cobra de esa manera, quedan sobrando algunos centavos, ¿qué va a pasar con eso?”
“Eso debería quedarse como está, ya el panameño está acostumbrado a comprar su alimento por libras, ¿para qué cambiarlo?”
“Más que oponerme, quiero que me expliquen el porqué de la iniciativa, todavía no la han explicado de manera correcta”.
“Que lo dejen como está. Si se hace una encuesta, estoy segura de que la mayoría de las personas se oponen al cambio de libras a kilos”.
“Creo que no es lo mejor para el pueblo, con este cambio de libras a kilos queda sobrando algo y ese algo no va a llegar a mi bolsillo, de eso estoy segura”.
“No me agrada la idea, es algo que aún nadie me ha podido explicar porqué se quiere hacer. Más adelante nosotros seremos los golpeados con esto”.
“A mí no me gustaría, las autoridades dicen que eso no cambiaría, pero yo digo que sí. El panameño puede salir perdiendo”.
“No estoy de acuerdo, siento que si ahorita está bien ¿para qué lo van a cambiar?, no tiene sentido”.
“Siento que no es mucha la diferencia, pero por lo que tengo entendido si se cobra de esa manera, quedan sobrando algunos centavos, ¿qué va a pasar con eso?”
“Eso debería quedarse como está, ya el panameño está acostumbrado a comprar su alimento por libras, ¿para qué cambiarlo?”
“Más que oponerme, quiero que me expliquen el porqué de la iniciativa, todavía no la han explicado de manera correcta”.
“Que lo dejen como está. Si se hace una encuesta, estoy segura de que la mayoría de las personas se oponen al cambio de libras a kilos”.
“Creo que no es lo mejor para el pueblo, con este cambio de libras a kilos queda sobrando algo y ese algo no va a llegar a mi bolsillo, de eso estoy segura”.
“No me agrada la idea, es algo que aún nadie me ha podido explicar porqué se quiere hacer. Más adelante nosotros seremos los golpeados con esto”.
“A mí no me gustaría, las autoridades dicen que eso no cambiaría, pero yo digo que sí. El panameño puede salir perdiendo”.