Serán enérgicos.

Los árbitros podrán paralizar los partidos en el Mundial de Alemania, donde surjan manifestaciones racistas, dijo ayer el colegiado brasileño Carlos Eugenio Simon.

"Si un árbitro llega a percibirla (una manifestación racista) podrá paralizar el juego, convocar al cuarto árbitro y pedir la adopción de las medidas necesarias", explicó el principal árbitro brasileño en la actualidad.

Simon recordó hechos recientes en partidos de liga en Europa, en los que aficionados arrojaron bananas a la cancha o emitieron sonidos guturales, simulando los de los macacos.

Hechos como esos, anotó, serán decisivos para que el partido sea paralizado a la espera de un correctivo.

El árbitro brasileño no quiso especificar cuáles serían las medidas, al afirmar que serán autoridades superiores las que entren a dirimir el asunto para la reanudación del partido.

Aclaró que el rigor y la severidad con la que sus colegas y él observarán esta eventualidad y otros hechos, como el juego violento, la pérdida deliberada de tiempo, la obstrucción de jugadas claras de gol o el fingimiento de jugadas de agresión en el área, no significa que los partidos del Mundial serán controlados con muchas tarjetas.

MEDIDA

Las celebraciones de goles que sean consideradas irrespetuosas por los árbitros, serán evaluadas con rigor en el Mundial de Alemania.