Sergio Vargas es un tipazo y, ojo, lo digo por lo campechano que es, pues se nota que con él lo de divo no aplica, porque adivinen qué nos confesó cuando lo abordamos en el Aeropuerto de Tocumen.
Pues, reído, dijo: "Estoy haciendo dieta para engordar". ¿Quéee?
Sí señores, lo expresó con mucha tranquilidad y con una sonrisa a flor de piel, cuando le preguntamos sobre sus libritas de más. Él agregó: "No, no, no, yo digo como Alberto Cortez, yo no voy a dejar por vivir un año más, no voy a sacrificar ninguno de los placeres que Dios me permite en este paso por la vida".
Ataviado con un suéter negro, jackets, jeans, zapatillas, una bolsa, gafas oscuras y un sombrero sobre su larga melena, un sencillo Sergio explicó que seguirá con su melena mientras sigan casas sin agua, calles sin asfalto y no les permita a sus conciudadanos desarrollar su vida con normalidad".
Sobre su presentación agregó: "Hay muchas cosas nuevas que ofrecer, pero regularmente la gente quiere escuchar las de antes, las traje a ambas". Ahh, y tras la petición de que nos adelantara algo, sólo se limitó a decir: "Cuando me despierte, ahora más tarde".
Para despedirse, manifestó que "Panamá es una región en Centroamérica en la que se respira aire de estabilidad". "Pienso que cuando las regiones van en crecimiento, eso es positivo para el negocio de la música también".