En medio del dolor y la tristeza por la irreparable pérdida de la maestra Silvia Godoy, los familiares exigieron a las autoridades, en las honras fúnebres, que la muerte no quede impune.
Pidieron que se castigue con la pena máxima a Alejandrino Rodríguez, señalado como el homicida, ya que lo que hizo no tiene perdón.
No conciben que ahora las autoridades digan que Rodríguez está enfermo y que por eso no lo han mandado a la cárcel.
El sepelio de la docente, que falleció de un disparo y tres puñaladas, se realizó en el cementerio de Guarumal. Ella, por falta de recursos económicos, decidió estudiar magisterio.