Carlos "El Púas" Murillo (izqda.) ve su actual profesión como su mejor aliada. (Foto: : Gustavo Aparicio. )
Gustavo Aparicio
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Su carrera como boxeador profesional activo terminó hace cuatro años, nueve años después de haberse coronado como campeón minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), tras derrotar en Miami al coreano Hi-Yong Choi, el 13 de enero de 1996.
En la recta final de su carrera su visión estuvo en riesgo por un problema de estrabismo, pero gracias a una operación, mejoró, y aunque realizó tres combates, finalmente Carlos "El Púas" Murillo le dijo adiós al deporte de sus amores.
"Luego de operarme, sentí el deseo de subir al ‘ring’, y aunque regresé con algunos triunfos, finalmente decidí abandonar el deporte como boxeador activo", comentó.
Tras su retiro, "El Púas" estuvo prácticamente sin una actividad laboral específica, y después atravesar algunos problemas, vio que su futuro y el de su familia estaba en ser instructor personal de boxeo.
"Después del retiro pasé un poquito la tormenta, pero como cosa de Dios entré a la Policía Nacional, porque allí me contrataban para entrenar a los policías en los Torneos Interzonas. En esos tiempos (2006) estaba el director Rolando Mirones. Hablé con él y me contrataron en la institución y ya llevo tres años como instructor de boxeo en el gimnasio de la institución", explicó.
Aunque él considera que es un trabajador multiuso (está para todo), ya que realiza desde la limpieza del gimnasio hasta el adiestramiento físico. Se dedica específicamente a enseñarles a los policías las técnicas del boxeo.
"Esto es lo mío, me gusta enseñarles a otros para que se sepan defender, porque la calle está dura. Aquí le hacemos un planeamiento físico, según el estado de salud de la unidad. Otros de mis compañeros trabajan el aspecto de los aeróbicos y pesas, todos de manera armónica", expresó.
Su trabajo, asegura, no ha sido en vano y ya ha dado resultados, a tal punto que ha llevado a varias unidades a ser campeones en el Torneo Interzona. "Les garantizo que si esos pupilos míos suben a la profesional, le dan puñete a varios de los púgiles profesionales de la actualidad", enfatizó.
Para "El Púas", el éxito de su carrera desde sus inicios ha sido su humildad. "Pregúnteles a quienes me conocen y te lo van a confirmar. Te van a decir que "El Púas" es el mismo que conocieron cuando tenía once años vendiendo fritura, el mismo cuando fue campeón mundial y el mismo de ahora, que no ha cambiado su forma de ser", destacó.
Para el instructor Pablo González, quien labora con Murillo, es un honor trabajar con el ex púgil. "Hemos aprendido de sus conocimientos y de lo que vivió hace años como campeón mundial, y de su humildad. Hemos aprendido mucho de él y cada día se aprende algo nuevo trabajando con él", manifestó.
Pero Murillo, además de exaltar su principal cualidad, fue mucho más allá, pues su guía ha sido Dios. "Yo le estoy sirviendo a Cristo, estoy haciendo una pelea para lograr una corona de vida; para mí, lo mejor que me ha pasado en la vida es conocer a Cristo, un camino del que nadie me va a apartar. Esa es mi corona, y la quiero para toda la eternidad y en estos momentos estoy peleando para lograrla", enfatizó.
SU IDOLO
Cuando niño, Murillo amaba el fútbol, pero los logros de Roberto Durán lo llevaron al boxeo hasta convertirse en campeón.