Luego de trabajar durante años en el área de las comidas en su natal Colombia, el señor Candelario Córdoba decidió probar suerte y hace más de tres años se estableció en Panamá.

Diariamente, de lunes a sábado, se ubica en una esquina de la Plaza Córdoba, ubicada en Vista Hermosa, donde ofrece empanadas, chichas, frituras, dulces y frutas, que son degustadas por personas que laboran en el área o algunas que simplemente están de paso y quieren saciar su hambre.

"Por aquí pasa gente de todas partes, los que vienen al hospital o los de las empresas cercanas", afirmó.

Son más de doce horas las que tiene que trabajar para lograr un sustento diario. Llega a las 6: 00 a.m. y no es hasta las 6:30 p.m. cuando que se marcha a casa, agotado, pero con la satisfacción de que el producto se ha vendido, sobre todo, la chicha de naranja y la de avena que, según explicó, son las más buscadas por los clientes.

"Trabajar con la comida es lo que me gusta, porque también sé que así está mi comida asegurada", dijo entre risas este trabajador, quien muestra un trato amable con cada cliente que acude a su carrito. Tanto así, que muchos le han empezado a llamar "El tío".

"Antes estuve en el trabajo de cantinas, pero me cansé de lidiar borrachos", admitió don Córdoba, quien ahora se siente satisfecho de tener su propio negocio, por lo que animó a las personas para que se arriesguen y logren poner algo propio.

NOMBRE

El carrito del señor Candelario aún no tiene nombre, pero piensa ponerle "El tío".