
La nobleza es su virtud.
La nobleza es su virtud.
La nobleza es su virtud.
No duda en ayudar a la gente.
Se preocupa por hacer las cosas bien.
Se interesa por lo que hace.
Sara Herrera es feliz cuando ayuda a las personas.
Fotos: EVERGTON LEMON
La nobleza es su virtud.
No duda en ayudar a la gente.
Se preocupa por hacer las cosas bien.
Se interesa por lo que hace.
Sara Herrera es feliz cuando ayuda a las personas.
Fotos: EVERGTON LEMON
La nobleza es su virtud.
No duda en ayudar a la gente.
Se preocupa por hacer las cosas bien.
Se interesa por lo que hace.
Sara Herrera es feliz cuando ayuda a las personas.
Fotos: EVERGTON LEMON
La nobleza es su virtud.
No duda en ayudar a la gente.
Se preocupa por hacer las cosas bien.
Se interesa por lo que hace.
Sara Herrera es feliz cuando ayuda a las personas.
Fotos: EVERGTON LEMON
La nobleza es su virtud.
No duda en ayudar a la gente.
Se preocupa por hacer las cosas bien.
Se interesa por lo que hace.
Sara Herrera es feliz cuando ayuda a las personas.
Fotos: EVERGTON LEMON
Amiga de todos. En estos tiempos es difícil encontrar a una joven que se preocupe por las personas con discapacidad; sin embargo, hay excepciones, y Sara Herrera, de 21 años, es una de ellas, pues sus sentimientos y valores hacen que siempre quiera ayudar a los que no se pueden valer por sí solos.
Sara Judith Herrera Batista, desde niña, ha sentido ganas de apoyar a las personas que menos tienen, por eso decidió estudiar fisioterapia en la Universidad Especializada de Las Américas para así contribuir en mejorar la calidad de la vida de las personas con discapacidad.
Ella siente que puede abarcar distintas áreas con la carrera que estudia, tanto en el plano deportivo, pediatría, entre otras, ya que puede ampliar sus conocimientos y visitar comunidades lejanas.
Es esta noble joven quien vive en Juan Díaz, también goza del aprecio de todos sus compañeros de clases, ellos saben que a ella le gusta ver a las personas felices.
“Mi madre siempre me ha dicho que tengo un don en las manos y con la fisioterapia se utiliza esa parte del cuerpo”, adujo sonreída Sara, a quien tampoco le ha faltado el respaldo de sus padres, que la impulsan a concretar sus metas.
Ella es consciente de que en el corregimiento de Arnulfo Arias existen más casos de personas con discapacidad en el distrito de San Miguelito y cuando acude a esa región, se aferra a sus valores porque ver a la gente sufrir la conmueve.
“Las personas en ocasiones no saben dónde acudir con una persona con discapacidad, pero los que tenemos conocimientos debemos guiarlos”, aseveró Sara, quien espera finalizar su carrera y seguir ejerciendo las funciones que le llenan como persona.