Los familiares del niño de 3 años Johan David, hijo de una boliviana, cuyo cadáver fue encontrado el lunes en un vertedero de la ciudad española de Valencia (este), habilitaron una cuenta bancaria en España para recibir aportaciones económicas que les permitan repatriar sus restos mortales.
Jonathan Castro, tío del menor, confirmó a Efe que la familia no tiene aún ninguna novedad sobre la investigación y está "a la espera de los resultados de la autopsia, que llegarán el viernes".
Por su parte, la madre de Johan David, Lohammy Castro, pidió que se haga justicia con las dos mujeres que se encargaban de cuidar al niño y que, tras su muerte, lo arrojaron a un contenedor de basura en Valencia.
"Les confié lo más importante de este mundo para mí y no entiendo cómo pudieron hacerlo. No me cabe en la cabeza. Tendrían que haberlo llevado al médico y lo tiraron a la basura. Me vieron la cara y me seguían mintiendo", se lamentó en declaraciones a Efe.
La madre del niño relató que las ahora detenidas eran amigas del barrio: "Yo confiaba en ellas. Eran amigas del barrio desde que teníamos 10 años. -Una de ellas- es madre y tiene a sus hijos en Bolivia. No le hubiera gustado que hubieran hecho lo mismo con ellos".
"Esto es un sinvivir, porque tenía la esperanza de encontrarlo con vida y lo último que me dijo cuando hablé con él por teléfono es que estaba esperándome. Y siento que no llegué a tiempo", comentó la madre del pequeño.
Elisabeth Salvatierra, familiar de la madre del niño fallecido, reiteró que "todo está bajo secreto de sumario" y no saben nada y pidió para las detenidas que caiga sobre ellas "todo el peso de la ley, que se haga justicia. El niño tenía 3 años y no sabía cómo defenderse".
"Hace ocho días que sucedió todo y no sabemos en qué estado de descomposición está el cuerpo. Estamos esperando el informe forense para repatriarlo a Bolivia", añadió.
Asimismo detalló que la madre pasaba mensualmente a las dos mujeres detenidas 600 euros.
"Ellas eran oficialmente sus cuidadoras, además de sus amigas. Hablaban por teléfono todos los días. Lohammy tenía un contrato de cinco meses en Francia y volvía el domingo, venía a recoger al niño y mira lo que se ha encontrado", añadió. EFE