Si usted es de las madres que piensa que castigar a sus hijos en público es la solución a una mala conducta, está cometiendo un grave error, porque provocar vergüenza en los niños por sus conductas inadecuadas contribuye a su sufrimiento moral, ya que es un sentimiento muy intenso que perdurará en su memoria emocional, corriendo el riesgo de que sus hijos sean adultos inhibidos, acomplejados y tímidos.
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Lo mejor es esperar a que lleguen a la casa y hacerles entender su error. -
Si decide castigarlo, explíquele por qué; para que se porte bien, no le haga amenazas a su hijo que usted no va a cumplir, porque el niño le perderá todo el respeto que le tiene.
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