En un día como ayer, 6 de junio, pero de 1981, un hijo de la Costa Atlántica se encontraba en Buenos Aires, Argentina, dispuesto a dar un "gran golpe" en el majestuoso estadio Luna Park.
Hablamos del ex campeón del mundo en esa oportunidad, Luis Ibarra.
"Naja", como era apodado el gladiador colonense, estaba decidido a reconquistar el título Mosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) que perdió en 1980 ante el coreano Tae Shik Kim. Ahora Ibarra tendría que medirse al nuevo monarca de las 112 libras de la AMB, que era el argentino Santos Benigno Laciar.
DUELO PAREJO
Laciar llegaba al combate con un historial de 40 victorias, con 14 nocauts, 5 derrotas y 7 empates. Ibarra, por su parte, presentaba récord de 25 triunfos, con 11 nocauts y dos descalabros.
ACABO CON EL MITO
La campana sonó y rápidamente "Naja" Ibarra inició el camino a la reconquista del título. Utilizando su velocidad de piernas y manos le propinaba una golpiza "por calle" a Laciar, ante la sorpresa de los miles de fanáticos argentinos.
A partir del noveno asalto, Ibarra bajó el ritmo y el pleito se puso al rojo vivo cuando Laciar comenzó a cortar terreno, pero no fue suficiente para mantener la corona al final de las 15 vueltas.
Esta fue la primera vez en la historia del pugilismo argentino, que un campeón pierde la corona en su terruño.
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