"Me costó mucho aprender a cortar cabello", comentó entre risas Felipe Antonio Martínez. Él tiene cuatro años de haber instalado una barbería y desde entonces, lleva el sustento diario de su casa. Desde los 19 años empezó con este oficio y ahora es todo un experto.
ESFUERZO
Contó que empezó trabajando para otra persona en una barbería y "al principio no lo hacía bien, pero que la práctica hizo que cada día mejorara en la técnica. Aseguró que la persona que le enseñó, se ponía como modelo para que le hiciera el corte y practicara, era al final cuando venían las correcciones. "Regaños que hicieron que aprendiera", dijo entre risas Felipe.
Recuerda frases como: "eso está mal", "tienes que mejorar". Pero las críticas hicieron que mejorara y hoy le agradece mucho a quien le enseñó.
"Todos los días que vengo a laborar, por suerte y gracias a Dios, saco la cuenta y tengo para mantener a mi familia y para los refrescos", dijo Felipe.
MENSAJE
"Hay que hacer lo posible para conseguir el sustento diario de manera honrada". Le recomienda a los jóvenes que no se metan en situaciones peligrosas, que les puedan traer situaciones difíciles.
PRECIOS
Al principio empezó a cobrar B/.1.50 a los adultos y B/.1.25 a los niños. Ahora ha tenido que subir los precios y a los adultos les cobra B/.2.00 y a los niños B/.1.50. Por hacer la barba cobra B/.1.00.
La barbería donde trabaja está ubicada en Burunga, en Arraiján, abre todos los días y la mayoría de los varones de la comunidad acuden para hacerse sus cortes.
AYUDA
En la barbería trabajan otros dos, que tienen como meta equipar el pequeño local.
SU HOBBIE
Felipe no sólo se dedica a cortar cabello. Los fines de semana trabaja como árbitro de fútbol.