Molesta que gente con talento, por el 'figureo' o 'ansias' de salir en televisión, acepten dar la cara por cualquier cosa mal hecha, mal producida, sin concepto, sin pie ni cabeza. Este es el caso del show dizque de opinión 'Del Dicho al Hecho' que RCM presenta de lunes a viernes, donde Dunesca (Dunna) Salamín, Javier Giovanny Bósquez, Franklyn Robinson y Rosalma Barría fungen como 'opino de todo', sí, como 'opino de todo', porque como conductores los cuatro están para un mar lleno de pirañas.
Sobran en televisión por cable ejemplos de buenos programas con este formato y por eso me desagrada ver copias tan pobres como ésta.
Aquí, además de que parece una verdadera gallera en el peor de los palenques mexicanos, donde ninguno de los cuatro respeta la opinión del otro porque la descalifica, donde todos hablan a la vez, donde nada se entiende y, sobre todo, varios han sido los programas donde la ignorancia y desconocimiento del tema a tratar es evidente en sus integrantes dejando la sensación de improvisación y eso es burlarse de las audiencias.
Se creen sabihondos y el debate de ideas, que es lo que se busca cuando en televisión se trabaja este tipo de formatos y conceptos, se convierte en un patio limoso 'ligth'. Los temas serios los manejan con relajo y los relajados, los quieren vender como serios. ¿Qué es eso? ¿Burla?
'Del dicho al hecho' no es un buen programa. Tiene fallas técnicas y de producción gravísimas y tan evidentes que me cuesta creer que este show sea de verdad y no sea una cámara escondida. Ruego, las veces que lo he monitoreado, que llegue el final y salga un bumpers (gráfica) que me digan "sonría, esto es una cámara escondida".
Desde que comenzó este espacio no he leído nada -ni bueno ni malo- sobre él y esto es gravísimo porque un programa de opinión o debates que no genere nada, es un programa mal hecho, porque no cumple con la función de ese formato y género televisivo: ¡generar opinión!
No me cabe en la cabeza qué hacen ellos ahí sentados porque no es profesional salir en televisión solo por salir. Cómo, teniendo ya un nombre en medios, se prestan para un show tan mal hecho, con tal mal horario, tan nulo en producción, en escenografía, tan runcho, tan pobre, tan hueco, tan sin sustento, sin contenido, tan visiblemente mediocre y sí, un show que sumando y restando no aporta nada ni a la audiencia ni al canal y mucho menos a ellos.
¡No hay excusa para que RCM siga lanzando espacios solo para rellenar! Por donde se mire y como lo miren, 'Del dicho al hecho' es un programa muy, pero muy mal hecho.
