Una buena estudiante

Emanuel, hermano de la niña, expresó que ella siempre fue obediente, cariñosa y tenía un don especial de agradar a todas las personas. “A ella le gustaba ganar cinco y cuando la calificaban con cuatro se quejaba, porque había podido hacer algo mejor”, aseguró el hermano.

Era tan querida que las dos niñas que estaban con Yariela cuando ocurrió la tragedia fueron de vacaciones al sector solo para jugar con ella.

Este medio recorrió los caminos por donde andaba la pequeña, e incluso vio tras los ornamentales el salón de clases donde iba junto a otros seis niños.