Cientos de activistas de ActionAid se reunieron ayer a las puertas de Downing Street, Londres, con bolsas llenas de botes de medicinas vacíos para exigirle al primer ministro británico Tony Blair, del Reino Unido, que pague una porción justa del Fondo Global contra el SIDA, la malaria y la tuberculosis, lanzado en el 2001.

Los manifestantes expresaron que el problema de los altos decesos en estas enfermedades es el casi nulo acceso que tienen los enfermos a ingerir medicamentos de control o no hay en las farmacias del país.