Una bebé de aproximadamente dos o tres días de nacida, fue enterrada dentro de un hueco hecho por su propio abuelo en el suelo de una pequeña residencia, en Vista Hermosa 2, Pedregal, por mandato de su madre, quien al parecer viajó desde Boquete para ejecutar el terrible acto.
El pequeño cuerpo fue envuelto con una toalla y estaba enterrado a pocos centímetros de profundidad, justo en la entrada de la pequeña casa de zinc, palos y pencas, donde habita el señor Julián Molina, de 73 años en compañía de sus perros.
Lo único que se sabe de la madre de la criatura, según el propio Molina, es que se llama Doris Molina, y que se presentó ayer a las 10:30 a.m. con la niña muerta y le pidió que la enterrara.
Residentes manifestaron que Molina es tranquilo y su hija, jamás lo había visitado antes.
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