Los enfrentamientos no cesan. Ayer quedaron detenidas 491 personas por los disturbios y cierres de calles en el ámbito nacional.
El ministro de Gobierno y Justicia, Héctor Alemán, afirmó que esta situación que lleva más de 15 días es reflejo de acciones tendientes a crear el caos y la anarquía en el país, lideradas por el núcleo radical SUNTRACS-CONUSI. Por eso, la Policía Nacional reaccionó a este plan de desestabilización, "en el cual han sido utilizados los docentes, médicos, entre otros gremios", dijo.
Alemán informó que ayer se detectó un intento de sabotaje a la sub-estación de energía Balbuena, en Chiriquí, donde pretendían provocar apagones. También se descubrió la existencia de remuneración económica por parte del SUNTRACS en Coclé para participar en los cierres de calles. Entre ellos, René Delgado, Luilly Ponce y Carlos Figueroa, firman un testimonio donde confirman que recibieron cinco balboas por parte de activistas del SUNTRACS.
FUERON SORPRENDIDOS
Por más de cinco horas, los estudiantes universitarios cerraron la vía Simón Bolívar ayer.
Y con un tenor que sonaba a son de guerra, pasaron horas esperando enfrentarse a las Unidades de Control de Multitudes, pero fueron tomados por sorpresa cuando el reloj marcaba la 1: 50 p.m.
Los estudiantes quedaron encerrados por más de una hora en las instalaciones de la Universidad. Se defendieron con piedras, lanzaron decenas de botellas, encendieron dos voladores y fueron pocas las bombas molotov que surtieron su efecto. Mientras que los antimotines los reprimieron con gases lacrimógenos y balas de goma. Esta vez, no hubo detenidos ni heridos.
Y cuando se pensaba que ya todo estaba bajo control, inesperadamente llovieron piedras y botellas del Complejo Hospitalario, lanzadas por algunos estudiantes. Incluso, le fueron lanzadas piedras al director de la Policía, Gustavo Pérez, quien miraba los toros desde la barrera. Éste manifestó: "Nuestra paciencia llegó a su fin y seguiremos actuando para mantener el libre tránsito en las calles... después no se quejen".
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