La marcha pacífica de los educadores y miembros del Sindicato Único de la Construcción (SUNTRACS) que cerró la Interamericana a la altura de las tres bombas en la entrada a Boquete por unos minutos, desencadenó un enfrentamiento violento entre obreros y policías, donde resultaron varios heridos y unas 20 personas detenidas.
El trago amargo comenzó cuando las Unidades de Control de Multitudes trataron de controlar a los manifestantes e impedir que éstos cerraran la vía internacional a la altura del puente del río Risacua, y los obreros comenzaron a lanzar piedras mientras la Policía respondía con bombas lacrimógenas para dispersar la masa de educadores y obreros.
La vía era un territorio sin cuartel, las bombas y las piedras caían por doquier, cada quien trataba de escapar por su vida. Pero en el estacionamiento de un supermercado, obreros y policías se enfrentaron.
El hecho ocurrió cuando dos unidades de la Policía trataron de arrestar a un obrero. Los sindicalistas querían impedir el arresto, se abalanzaron contra los policías y se enfrentaron a toletazos, pero en la trifulca, la peor parte la llevaron dos policías, Luis Jiménez y Eduardo Concepción. Uno terminó con un fuerte golpe en la ceja derecha y el otro con un golpe en la cabeza; mientras que un obrero salió herido, presuntamente, por una bala.
Entre los 19 detenidos, dos son indígenas y los primeros arrestados fueron: Rubén Darío Pinzón, Carlos Díaz, Eduardo González, Arcenio Chavarría, Raúl Aguirre, Felipe Jaime Lee y un ciudadano apodado El Mello.
Pinzón, residente de Boquete, con lágrimas explicó que él no estaba entre los manifestantes, pero lo detuvieron y le pegaron. Lo mismo ocurrió con otras personas.
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