Un equipo de médicos y cirujanos será enviado a la zona del suroeste de China afectada por el terremoto del 12 de mayo y operará a padres esterilizados que perdieron a sus hijos en el sismo para que puedan volver a tener descendencia. Se calcula que unos 7,000 niños murieron y 16,000 resultaron heridos en el terremoto con epicentro en Wenchuan.