Tenía retazos de improvisación y al final salió: derrota en Jamaica. Perder no puede dejarte sabor grato. Salvo a los infladores de globo.

Panamá cayó 3-2, con justicia, en duelo de eliminados. Arrancó la Roja con victoria, tras un golazo de Blas Pérez, al minuto 10. Luego empató Jemairne Johnson, minuto 42, y los caribeños se fueron adelante al 51 con gol de Devan Hodges.

Cuando parecía que todo nos daba la derrota, apareció uno de los compadres, Luis Tejada, al minuto 80. Pero... siempre un pero... no todo terminó allí, cuando el empate salía bien para Panamá, llegó el gol aguafiestas o, tal vez, realista del partido, al minuto 90, ya tradicional en el seleccionado criollo recibir goles a esta altura del partido; Navion Boyd nos aterrizó y demostró que entre los dos ganó el menos malo.

El conjunto criollo seguirá intentando en el laboratorio de los fogueos. Gary Stempel ayer probó de todo. El momento lo justifica, si es para sacarse de la mente dudas en cuanto a los que viajan a la Copa de Oro, la improvisación es justificable. Ya lo dijo Maquiavelo, el fin lo justifica... pero si es por falta de manejo... de eso mejor no hablemos. Lamentablemente, ayer el costo fue perder, aunque de visita no es pecado tampoco. Ahora Granada y después la de verdad.

RUDEZA

El partido se jugó con mucha fuerza en el medio, golpes y más golpes. Típico en los Panamá - Jamaica.