En este poblado de la comarca Gnöbe Buglé se esperan mejores días. (Foto: GARIBALDO CARRIÓN / EPASA)
Garibaldo Carrión
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La fiebre del Mundial de fútbol llega a cualquier esquina del mundo y Panamá no escapa a esta realidad. Prueba de ello son estas niñas de la etnia Ngöbe Buglé, de la Escuela de Educación Básica General de Quebrada de El Loro, en el distrito de San Félix, provincia de Chiriquí.
Allá, a más de 350 kilómetros de la ciudad capital, esta niñas disfrutan jugando un partido de fútbol, deporte que llega a su máximo esplendor a partir de este viernes con la inauguración del Mundial de Sudáfrica 2010.
Ellas corren tras el balón, sin importar que esté roto y que sus pies descalzos desconozcan los tacos. La emoción es lo cuenta.