Francisco Molina ha viajado a Costa Rica a enseñar lo nuestro.
Didier Hernán Gil
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A los dos años se empezó a escribir la historia de Francisco Javier Molina Ortiz, en el ámbito del folklore. Fue su familia, especialmente su abuela, quien le inculcó ese aprecio por las costumbres y tradiciones panameñas.
Este capireño recuerda que fue la maestra Anayansi Small quien le ayudó a dar sus primeros pinitos en cuanto a bailes típicos se refiere, y a la edad de siete años ganó el Concurso de La Camisilla, que organizaba Calle Arriba de Capira para las fiestas carnestolendas.
En este lapso de su juventud formó parte del Conjunto Típico Orgullo de Capira, donde bailó hasta los 12 años. Este grupo era dirigido por el profesor Carlos Carrillo. Más tarde, este colectivo cambió de nombre y apareció bajo la presentación de Conjunto Folklórico Asociación de Santeños de Capira, donde bailó hasta los 17 años.
Posteriormente se integró al Ballet Panamá Canta y Baila de La Chorrera, que preside el profesor Francisco Alonso. Por el momento es el único capireño que forma parte de esta agrupación.
Entre sus metas, en vista de que tiene trayectoria en el folklore, pretende organizar y promover el Corpus Christi en su distrito natal para realzar el sentido de esta fiesta. Le gustaría también agregar elementos folklóricos a las fiestas patronales de San Isidro, para ofrecerles más atractivos a los visitantes. Estos son algunos proyectos que tiene, pero entre ellos el folklore es algo que le gusta inculcar, ya que hay detalles que muchos desconocen, pero al compartirlos se crece en conocimiento y experiencia. En fin, es motivo de alegría.
EMPAPADO
Francisco está muy versado en el folklore, a tal punto que sabe diferenciar vestuarios y danzas para no cometer errores en las presentaciones.