La lectura de un cuento debe ser un acto de placer, no sólo para niños, sino para los adultos. Ellos ayudan al desarrollo de la imaginación de las personas.
Cuando se inicia la lectura, debe estar predispuesto para sumergirse en el pequeño mundo que crea y propone. Para eso hay que tomar en cuenta algunos aspectos que te ayudarán a ser parte de la gran aventura que vas a contar:
¿Qué ha contado el cuento?
¿De qué forma lo ha hecho?
¿Con qué intención?
¿Qué quería transmitir el autor? ¿Qué me ha provocado esta lectura? ¿A qué conclusión llegó?