"Cuando el pueblo alaba a Dios, suceden cosas maravillosas". Así es la letra de un canto cristiano que cae como anillo al dedo por la reacción del presidente de la República, Ricardo Martinelli, luego del pronunciamiento del arzobispo metropolitano, José Domingo Ulloa, quien durante la versión número 40 de la Cita Eucarística, pidió respeto al domingo como día de descanso y no sacrificarlo por intereses económicos.

Ayer, el jefe del Ejecutivo, a través de un comunicado de prensa desestimó la posibilidad de eliminar la obligatoriedad de reconocer el día domingo como de descanso.

"Hemos escuchado las opiniones de diversos sectores, iglesias, y principalmente, de los trabajadores y respetamos su punto vista. Por eso, les anuncio que mantendremos este derecho que tienen todos los trabajadores, de pasar con sus familias, o en caso de laborar ese día recibir el pago que les corresponde", aseguró Martinelli.