Ayer, los niños en su inocencia, sólo les quedaba jugar entre las cenizas. (Foto: HERMES GONZÁLEZ / EPASA)
Carolina Sánchez
| DIAaDIA
Había jolgorio en el pueblo, pero algunos decidieron irse a descansar. A las 10: 00 p.m. del lunes, las personas de la comunidad indígena de Puerto Limón empezaron a gritar, luego de ver que en la Casa del Congreso se había iniciado un fuego.
SE FORMO LA CORREDERA
Acdelia Pérez, una de las moradoras, relató a DIAaDIA que estaba durmiendo con su hijo, cuando insistentemente su madre la despertó para comunicarle que las casas se estaban quemando. Ella inmediatamente tomó a su hijo, y junto a sus siete hermanos y padres, evacuaron la vivienda.
Simultáneamente, otros residentes corrían asustados, tratando de salvar sus vidas. Algunos gritaban ¡fuego, fuego...! para alertar a quienes todavía dormían. Otros simplemente lloraban al ver cómo las llamas consumían las viviendas de caña blanca y pencas de palma real.
EL FUEGO LES GANO
Frente a este panorama, algunos hombres desesperados corrían con tanques hacia el río para cargar agua e intentar sofocar el siniestro.
En total, 22 chozas fueron consumidas por las llamas, y un aproximado de 300 personas quedaron damnificadas.
Puerto Limón es una de las 14 comunidades de la comarca Madugandí, que tiene una población de 700 personas. En esta comunidad habían 43 ranchos, de los cuales se quemaron 22.
NO SABEN COMO SE INICIó EL FUEGO
Manuel Pérez, cacique de la comarca Madugandí, manifestó que este incendio ocurrió mientras la comunidad celebraba la fiesta tradicional, actividad que se realiza todos los años.
El cacique hizo un llamado a las autoridades del Gobierno para que les den apoyo, ya que hay familias que están durmiendo en hamacas y a la intemperie.
Al cuestionar sobre la causa del siniestro, la autoridad comarcal dijo desconocerla, pero hay quienes aseguran que todo se debió a una riña.
SIMPLEMENTE CENIZAS...
Al llegar este medio a la comunidad afectada, sólo se observó a los niños buscando entre los escombros algún objeto de sus viviendas.
Mientras tanto, otros se lamentaban por la pérdida de sus útiles escolares.
En este siniestro hubo cinco personas que resultaron heridas, entre ellas dos niños: Uveral Jiménez, de cinco años, y Rogelio Meléndez, de siete, quienes sufrieron quemaduras. Otros dos adultos también resultaron lesionados.
Anoche, la incertidumbre rondaba en este poblado indígena, donde muchas familias tendrán que empezar de cero.