Su sueño lo cumplió su hija. Leneida Blanco, tiene 20 años desde que llegó a Panamá procedente de Colombia en busca de mejores oportunidades de trabajo.

Al llegar acá, vio la oportunidad de desarrollarse como modista, pues en su país natal aprendió esta profesión.

Antes sus jornadas empezaban desde las 7:00 a.m. y eran las 9:00 p.m. cuando salía de su trabajo, llevando material para su casa, pues allá tenía otra máquina para conservar a sus clientes.

Vestidos de boda, de quinceaños, de noche, ejecutivos entre otros eran algunas de la prendan que confeccionaba y ganaba dinero para educar a sus hijos.

Hoy día ya sus hijos son profesionales uno estudió Ingeniería en Comunicaciones y su hija se graduó en Banca y Finanzas, que la hacen sentirse orgullosa.

Ya ahora no cose la misma cantidad que antes, pues son 20 años de trabajo. "No he perdido mi calidad, pero ahora descanso más, pues mis hijos ya están grande", dijo la modista.

Aunque la modistería no era su fuerte, ella hizo de esta profesión su norte y en cada una de sus creaciones pone el mayor interés, tanto que sus clientes hablan por ella, ya que al momento de ser entrevistada tuvo que atenderlos. "Hay cosas en la vida que a uno le gustan, pero que hay que aprender a hacerlas", dijo Leneida.

Recordó que cuando ella llegó a Panamá vio que tenía oportunidad a través de la modistería para así ver progresar a sus hijos. "Ahora veo que mi hija es lo que yo quería ser como profesional y me siento feliz por ambas", dijo Leneida.

Los precios que hace por las reparaciones de la ropa sin asequibles y lo mejor es que dentro del taller hay un vestidos en donde se prueba la ropa para que sea entallada a la medida.

DONDE ESTA

Su taller de costura está ubicado frente a la subestación de San Felipe.