Yessica, de 16 años, le seguía en edad a Francisco.(Fotos: ROBERTO BARRIOS /EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
Otra familia llora a uno de sus miembros. La muerte, vestida de delincuentes, esperó a que Francisco Manuel Bryan, de 18 años, saliera de una célula religiosa rumbo a su casa para ultimarlo a tiros.
Él iba junto a su madre y dos hermanos menores por una de las calles del sector de El Hueco en San Antonio de Tocumen, cuando fue sorprendido por un grupo de "pelaítos" que le dispararon en múltiples ocasiones (siete heridas de bala en total).
Fue el pastor de la iglesia quien lo llevó al Hospital Docente, ubicado en la 24 de Diciembre, donde minutos después el joven dio su último respiro.
Ayer, en la humilde vivienda donde residía, estaba su familia, quienes extrañarán las bromas que solía hacer. Su hermana Yessica explicó que hacía dos años Francisco se estaba congregando en la iglesia, asistiendo por lo menos tres veces a la semana.
Francisco era el mayor de cuatro hermanos y, a pesar de vivir en un área roja, no tenía problemas con nadie, salvo un incidente ocurrido hace dos meses, que no pasó a mayores. Incluso se conoció que este no tenía prontuario policivo.
DETENIDOS
Por la muerte de Francisco hay tres personas detenidas bajo investigación; se busca a una más.