Hola Moza, Dios te bendiga. Soy fiel lectora de tu columna y me encantan las respuestas que das a las personas que escriben pidiendo tu consejo.Mi nombre es Ana, soy una mujer de 45 años y tengo cuatro hijos y ya todos han hecho su vida; están casados y tienen sus hijos y sus casas. El problema es que uno de mis hijos se quedó viviendo en mi casa con su esposa y su hija, pero mi yerna es una cochina, mal hablada y fresca, porque nunca se levanta a cocinar la comida de su hija; siempre tiene la ropa sucia tirada en las esquinas, a pesar de que en la casa hay lavadora.Yo soy jubilada y una mujer cristiana, y antes de salir a la iglesia dejo la casa limpia; pero cuando regreso está patas arriba, le pido que me ayude y dice que esa no es su casa y que sólo va a limpiar cuando mi hijo le compre la suya. Lo que más me preocupa es que mi yerna está embarazada otra vez, y ellos no muestran señales de mudarse. Imagínese, cuando nazca el bebé, ya me veo recogiendo y lavando las cosas de él. Aunque son mi familia, ya estoy un poco cansada, porque siento que están abusando de mi buena fe. Mis hermanas siempre me dicen que los eche a los tres, pero yo no tengo corazón para hacerlo. Quiero que me dé un consejo y que me diga si estoy haciendo mal. Espero que su consejo me dé una salida a este problema, que se ha convertido en una verdadera odisea. Gracias, Ana.

DEJALOS MADURAR

Bueno, generalmente se dice que las suegras son una maldición y hasta son víctimas de chistes de mal gusto, pero este no es su caso. La verdad, tiene que obligar a su yerna y su hijo a que se hagan responsables; con esto no le estoy diciendo que los eche de su casa de inmediato, pero ya es hora de que su hijo se haga responsable de la familia que tiene. Si le sigue dando albergue en su hogar, nunca van a madurar como pareja. Además, ¿cómo soporta la frescura de esa yerna? No es justo que estando ella ahí, tenga que hacer las cosas.

Lo mejor es que hable con su hijo y le explique la situación, para que esto no acabe peor. ¡Suerte!