Con sus viejas chancletas, su ropa gastada y una enorme tristeza, estaba Celmira Díaz, mejor conocida como "Nina", tratando de arreglar un poco su humilde morada, la misma que es testigo de las grandes necesidades que la aquejan a sus hijos y a ella, residentes en el corregimiento de Santa María, provincia de Herrera.
Con un viejo zinc que casi no tapa, sin agua potable, ni colchones para dormir y la pobreza a la orden del día, subsiste tratando de alargar los únicos 32 dólares que recibe de una pensión de su fallecido padre.
¡Magia! Explicó esta mujer de 35 años, es lo que tiene que hacer diariamente para alargar su pequeño cheque y alimentar a sus hijos en la humilde casa que le dejó su padre. Favorablemente, no todo puede ser tan malo y comentó que agradece la ayuda que desinteresadamente le ofrecen vecinos y buenas personas. Nina sufre las consecuencias de una úlcera mal cuidada, razón por la cual debe asistir diariamente al médico para curarse la infección que tiene en el pie izquierdo.
Eladio De León, representante del corregimiento, aseguró que las gestiones de la construcción de la casa ya están resueltas, al igual que la titulación del terreno a su nombre.
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