La afición lo esperaba y los protagonistas cumplieron, porque el invitado especial llegó y nada más que en seis ocasiones.
El Mundial de Alemania 2006, no pudo tener un mejor inicio ayer cuando las selecciones de Alemania y Costa Rica presentaron un fogoso y emocionante partido que puso a vibrar a millones de hinchas en todo el mundo y que terminó con buena cosecha de goles 4-2 a favor de los primeros.
Los alemanes hicieron respetar su condición de anfitrión y favorito, y desde el primer minuto de juego comenzaron a dominar el encuentro logrando abrir el marcador al tempranero minuto 5 del partido por intermedio de Philipp Lahm.
La presión del cuadro germano continuó, los costarricenses trataban de controlarlos y al mismo tiempo volcarse al contragolpe, hasta que al minuto 12 apareció el experimentado Paulo César Wanchope y aprovechó un pase de Walter Centeno para vencer al arquero Jens Lehmann.
A los 17 minutos, llegó entonces el goleador Miroslav Klose para poner otra vez a su equipo adelante e irse más tranquilos al descanso.
En la segunda parte, los alemanes salieron a asegurar la victoria y al minuto 61 nuevamente apareció Klose para ampliar las acciones, pero a los 72 vuelve Wanchope para recortar en una jugada fuera de lugar que no fue cantada por el central argentino Horacio Elizondo. Fue Torsten Frings el encargado de poner cifras definitivas a los 87.
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