Punto de encuentro de los autos y personas. El Puentecito de La Cabima, que está cerca de la Junta Comunal del sector, está pidiendo auxilio.
La razón: cada vez que pasan los autos, su plataforma cede, además, uno de los barandales ya no existe, y lo peor, es que como el puente es para un sólo auto, también es el único paso para las personas.
Los moradores están preocupados porque cuando el río crece, inunda sus bases, que en cualquier momento pueden, por qué no, caer.
Los estudiantes tienen que esperar que los vehículos pasen, para que no los ensucien o golpeen. Pero los más osados pasan a la par hasta de los camiones.
Saben que éste es un paso obligatorio para muchas personas y que por seguridad deben hacer un paso peatonal al lado del puente.
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