Llegó la hora de la verdad. El pistoletazo de salida para España tras seis largos días en el Tirol austríaco preparando el debut ante Rusia, el mismo rival del estreno hace cuatro años en Portugal, y de cuyo resultado dependerá en gran parte el devenir de la "roja" en una Eurocopa en la que hay depositadas muchas esperanzas de llegar a buen puerto.
Llega el conjunto de Luis Aragonés a esta cita con unos números envidiables. Desde el 15 de noviembre de 2006 no cae derrotada la selección (lo hizo ese día ante Rumanía en Cádiz en partido amistoso).
Dieciséis encuentros se sucedieron luego, con el muy favorable saldo de 14 victorias y dos empates. Toda una marca para un equipo al que se le reclama ahora competitividad en las citas cruciales, en las que hay que demostrar la verdadera valía. Ese es el gran temor de Aragonés. El seleccionador confía en sus hombres, pero salió escaldado del fracaso en el Mundial de Alemania, cuando Francia echó a España de la competición con un equipo más veterano y con más tablas.
El entrenador quiere el balón para su equipo, cuya principal virtud es el juego de toque. El espejo de Luis es Italia. Repite con insistencia que la escuadra "azzurra" es la selección más fuerte de la Eurocopa. La que mejor sabe moverse en este tipo de torneos, y desea que España se le acerque.
LA SOMBRA DE RAUL
Aunque disfruta de unas merecidas vacaciones muy a su pesar, Raúl sigue presente en la selección de España.
Muchos fanáticos que siguen las prácticas de la "Furia Roja" en Austria visten la camiseta número 7 del ariete.