Una sonrisa inocente suele dibujarse en el rostro de Abraham Isaac Guerrero, de dos años y 10 meses, quien por su edad está alejado de la realidad que se vive en su hogar y, sobre todo, en su salud.

El pequeño vino al mundo a los ocho meses de gestación, padece hidrocefalia, meningitis y nació con la cadera abierta, lo que le impide caminar con normalidad. Además, usa botas ortopédicas, pero todo este drama no hace que se le quiten las ganas de dar sus pinitos.

"A caminar", dijo apenas vio una andadera que con esfuerzo logró comprarle su madre, la señora Sandra Morales.

Ellos viven en una humilde casa en el sector de El Colmenar, en Alcalde Díaz y aunque Sandra no tiene un trabajo fijo, trata de echar pa' lante con él y sus otros hijos de 12 y 17 años. Éste último padece de problemas mentales y ha sido internado en el hospital cuatro veces.

Una vez por semana, ella lo lleva a la policlínica de Santa Librada para que le hagan terapias y pueda tener fuerza en las rodillas. También logró matricularlo en la escuela de Santa Rita, donde le dan clases de maternal, pero como necesita un aparato para caminar, le es difícil dejarlo solo.

Transportar al niño se le está volviendo una odisea, porque no camina y está pesado, por lo que asegura que esta situación la tiene "flaquita".

Poco a poco y gracias a donaciones construye su casa, pero aún le falta terminar el piso para que Abraham pueda rodar bien la andadera. Además, le preocupan las hojas de zinc que no están bien fijadas a la carriola y con una fuerte brisa se pueden desprender.

"Hay veces que no sé qué comeremos", dijo esta madre, que ni siquiera tiene dinero suficiente para comprarle pañales al pequeño.

Su mayor sueño es poner una fonda para vender comida y mantener a su familia.

URGENCIA

Abraham necesita un "Brace largo de niño" para caminar y cuesta B/1,393.