Es una obra en beneficio de toda la comunidad, y los moradores se muestran indiferentes.
Dos "madres-maestras" están trabajando con las uñas para la construcción de un centro parvulario San Agustín en la comunidad de Nueva Libia en Las Cumbres. El terreno donde se inició esta obra, propiedad de la iglesia Católica, estaba siendo utilizada por los propios moradores como vertedero de basura.
El actual parvulario se quedó chico; sin embargo, la comunidad casi no participa. Los albañiles reciben un pago simbólico.
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