Aunque hemos aprendido a convivir con ellas, la presencia de hormigas en el hogar puede resultar, además de desagradable, exasperante. Deshágase de ellas:

• Si le invaden las hormigas, selle con silicona las juntas de los marcos de las ventanas y los huecos de las paredes.

• Salpique agua hirviendo con vinagre los senderos de las hormigas.

• Un chorrito de aguarrás en el hormiguero ahuyentará a sus habitantes.

• Disponga un platito con una mezcla compuesta por dos partes de miel por una de levadura. Las hormigas devoran la miel con fruición, pero la levadura no.

• Si están en el jardín, la terraza o el balcón, distribuya unos cuantos clavos (de la especia así llamada) a lo largo del sendero utilizado por las hormigas. Verá cómo los animalitos se desvían de su recorrido.