El que se metió a la religión fue el merenguero Elvis Crespo, pues acaba de afirmar que disfruta de la paz y la felicidad, luego de su encuentro con Dios, incluso, proyecta junto con su esposa, Ana Ceruto, dirigirse a matrimonios en crisis.
Crespo afirma gozar una nueva vida y una relación de matrimonio fortalecida, luego de varios problemas que casi provocan su divorcio de Ana Ceruto, a quien califica como una "campeona", por enfrentar las relaciones extramaritales y el revuelo que genera acariciar la fama.
Crespo, quien ya tiene tiempo sirviéndole a Dios, también señala que ahora le ha ido mejor. ¡Buena esa!
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