El funeral fue muy concurrido. (Foto: ALBIN GARCÍA / EPASA)
Jesús Simmons
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"Tengo que resistir". Los féretros con los cuerpos de Mayli Velásquez y Julio Escobar aún no habían llegado a la iglesia Jesús El Buen Pastor, en La Mesa de San Martín, y ya el dolor invadía a los presentes.
Los hermanos fueron asesinados a sangre fría por tres delincuentes el domingo 7 de junio, en el sector 21 de Veranillo.
De forma pausada, María de la Cruz Escobar, madre de los jóvenes, entró al templo y su tensa calma demostraba que su corazón estaba destrozado por tan irreparable pérdida.
Al entrar los féretros y ser puestos uno al lado del otro frente al altar, "Crucita", como le dicen cariñosamente, se acercó y los miró tiernamente.
De inmediato se acercó a los ataúdes y dijo: "Mami, despierta. Ay, mi negro bello, por qué te me fuiste", lo que causó que todos rompieran en llanto.
Visiblemente consternado, Antonio Velásquez, hermano de las víctimas, pidió justicia, pues ellos no se metían con nadie.
En tanto, Xenia Ponce, madre de Cristian Gómez, quien resultó herido por los asesinos de los Escobar, exigió a las autoridades que encarcelen a los homicidas.
Se informó que uno de los asesinos amenazó con matar al que lo denuncie a la Policía.