
La mayor parte de los manglares de Panamá se encuentran en el lado Pacífico: Golfo de San Miguel, Golfo de Panamá y el Golfo de Chiriquí.
La mayor parte de los manglares de Panamá se encuentran en el lado Pacífico: Golfo de San Miguel, Golfo de Panamá y el Golfo de Chiriquí.
La mayor parte de los manglares de Panamá se encuentran en el lado Pacífico: Golfo de San Miguel, Golfo de Panamá y el Golfo de Chiriquí.
La mayor parte de los manglares de Panamá se encuentran en el lado Pacífico: Golfo de San Miguel, Golfo de Panamá y el Golfo de Chiriquí.
La mayor parte de los manglares de Panamá se encuentran en el lado Pacífico: Golfo de San Miguel, Golfo de Panamá y el Golfo de Chiriquí.
La mayor parte de los manglares de Panamá se encuentran en el lado Pacífico: Golfo de San Miguel, Golfo de Panamá y el Golfo de Chiriquí.
La mayor parte de los manglares de Panamá se encuentran en el lado Pacífico: Golfo de San Miguel, Golfo de Panamá y el Golfo de Chiriquí.
Aquellos arbustos retorcidos en las zonas costeras, guaraní o manglares, son de vital importancia porque son el hábitat de muchas especies, tanto marinas como terrestres. Esta variedad que migra por los cambios de estaciones es el lugar perfecto para descansar. Pero también es una barrera protectora de las costas: protegen de los fuertes vientos, mareas y huracanes; evitan la erosión de las costas.
Pérdida de este bosque
Jessica Young, gerente de Incidencia Política de Mar Viva, indicó que la pérdida de manglares es significativamente más alta que la pérdida de cualquier otro tipo de bosques, porque se trata de humedales marino costeros. Según datos de la FAO, en los últimos 20 años se han perdido 3.6 millones de hectáreas de manglares, equivalentes a 20% del área total del planeta.
Los ecosistemas de manglar han sido desplazados de forma drástica para rellenos urbanísticos, como por ejemplo, en Panamá y el área de Colón. Además, modificados para proyectos de acuicultura, especialmente para la cría de camarones.
¿Cómo afecta esto a los océanos y los seres vivos que viven allí?
Seis de cada diez especies de peces de alto valor comercial, en el Pacífico, utilizan los ecosistemas de manglar como guarderías (estadios larvales) donde pasan sus primeros años de vida y de las cuales dependen no sólo las pesquerías, que son una fuente importante de alimentos para la población de Panamá y del planeta en general, sino que además, la pérdida de este tipo de ecosistemas marino costeros con la consecuente desaparición de la diversidad marina, afectan a su vez el equilibrio que requieren los mares y océanos para mantenerse saludables.
¿Aún estamos a tiempo de recuperar lo perdido o salvar lo que queda? ¿Qué se debe hacer?
Para la experta de Mar Viva, sí estamos a tiempo para salvar lo que queda, pero las acciones hay que tomarlas ya, por ejemplo, los pocos parques de manglares que existen no sólo en Panamá, sino en el mundo tienen que resguardarse y mantenerse como un elemento clave para el equilibrio de los océanos. Adicional a esto, hay otras herramientas para la conservación de los océanos que es el ordenamiento participativo de las actividades humanas en el mar, poniendo a trabajar esquemas de gobernanza multisectoriales para un manejo integrado, y el efectivo manejo de las áreas marinas protegidas como cuentas a plazo fijo que nos garanticen beneficios que nos brindan los recursos marinos para el mañana.