No quiso quedarse de brazos cruzados. Al quedar sin trabajo, Demetrio Rodríguez Soto, de 44 años, optó por incursionar en el mundo de la buhonería para su sustento diario.

Demetrio explicó a DIAaDIA que desde hace tres meses vende productos en una mesa de buhonerías en calle 17, Santa Ana. El puesto es propiedad de una señora, a la que le pidió la oportunidad. Antes se dedicaba a trabajos independientes de ebanistería y albañilería.

Por ahora las cosas están bien, pues se siente satisfecho de que por lo menos tiene un empleo honrado, en el que siempre gana algo para mantenerse.

El dinero que gana depende de las ventas diarias. "Hay días buenos y otros malos, pero uno siempre echa pa'lante", dijo.

Su faena la realiza todos los días en un horario de 7 de la mañana a 2 de la tarde, hasta que llega otra persona a relevarlo.

Lo que más le afecta es la intensa calor de nuestro país. Sus ganas de trabajar son tan grandes, que ni siquiera cuando llueve deja de vender. Lo que hace es forrar la mesa con un plástico y se coloca en la acera para seguir vendiendo.

Señaló que el puesto tiene clientes especiales que llegan todos los días a comprar, aunque sea algo de un real.

Entre los productos que vende están las pastillas, chicles, galletas, maní, cigarrillos, baterías, toallitas, fósforos, jabones y otros.

Su mensaje a las personas desempleadas es que busquen algo que hacer para que se ganen el pan honradamente, así como él lo hace.

Aspira a superarse y obtener algo mejor para progresar en la vida, pues es consciente de que no estará el resto de su vida de buhonero.