México resolvió en cuatro minutos un partido que se le había complicado, y con dos goles de Omar Bravo derrotó ayer 3-1 a Irán en el debut de ambos en la Copa del Mundo.
El doblete de Bravo a los minutos 28 y 76, y otro tanto del brasileño naturalizado mexicano, Zinha a los 79, dejaron a México con tres puntos en el Grupo D, que completan Angola y Portugal.
Yahya Golmohammadi anotó para Irán a los 36.
Fue apenas el segundo triunfo de México, en mundiales disputados en Europa. Su otra victoria fue un 3-1 sobre Corea del Sur en Francia 1998.
El portero Oswaldo Sánchez regresó al arco mexicano, apenas cuatro días después de la muerte de su padre y, como siempre, fue un muro en la valla del Tri.
Sánchez, cuya participación estuvo en duda hasta la víspera, terminó el duelo en lágrimas y rodeado por todos sus compañeros, que tan pronto sonó el pitazo final corrieron para abrazarlo.
DEL BOXEO AL GOL
Omar Bravo, boxeador aficionado antes de convertirse en goleador, tumbó a Irán con dos goles que aclararon el camino de México en el Mundial.
Goleador de las Chivas de Guadalajara, Bravo se reivindicó como el delantero centro de una selección, en la que siempre ha tenido que luchar por su puesto, con Jared Borgetti y "Kikín" Fonseca por delante de él.
HABLA LA VOLPE
El seleccionador de fútbol de México, Ricardo La Volpe, dijo que su equipo venció al de Irán, porque en el segundo tiempo "recuperó el balón y tuvo más precisión".
"Hubo nerviosismo en la primera parte, no es fácil para algunos futbolistas jugar los primeros 45 minutos en el debut en un Mundial. En el segundo tiempo, las cosas cambiaron y se pudo ganar", indicó en una rueda de prensa ofrecida tras el encuentro.
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