Con sólo una cartera al hombro, Érica, como todas las mañanas, salió ayer de su casa poco antes de las siete para dejar a su hija, de 8 años, en la escuela. Ambas vivían solas en un apartamento del edificio 13 de la avenida Carlos A. Mendoza, en el Barrio Chino. En el camino, la joven de 29 años le hablaba a su hija sobre las tareas, sin imaginar que el destino la pondría a prueba, al perder todo lo que había logrado hasta ese momento.

A su regreso, Érica vio con horror que una gran cantidad de humo salía de los pisos superiores del edificio. No pudo salvar nada.

A las 7:30 a.m., personal del Cuerpo de Bomberos trataba de sofocar el incendio, pero a los pocos minutos de iniciado el trabajo, la estructura interna del edificio, que era de madera, colapsó. Esto dificultó la labor de los bomberos, ya que ante la falta de escaleras y pisos, no podían llegar hasta el origen del incendio, que según los testimonios de los residentes, inició en el tercer piso.

Luego de controlar las llamas, desde otros edificios cercanos, los camisas rojas colocaron una escalera al frente del edificio incendiado para ubicarse en uno de los balcones de mampostería. Desde allí lograron extinguir totalmente el fuego.

Al igual que Érica, el resto de los residentes del edificio eran ciudadanos asiáticos.

LOS AFECTADOS

Según informes de SINAPROC, 11 personas resultaron damnificadas. Informes de trabajadores sociales de la Alcaldía de Panamá hablan de 13.

La Asociación China de Panamá, ubicada a dos locales del edificio incendiado, habilitaron un salón para albergar a los afectados.

POR EL APURO

En medio de la urgencia, cinco vehículos que se encontraban estacionados en una de las estrechas calles, se vieron envueltos en una colisión, porque uno de los carros cisterna encontró la vía obstaculizada.

Según el Coronel Lasso, "como bomberos a nosotros lo que nos interesa es salvar vidas y bienes ajenos; ante esta situación, el vehículo tuvo que impactar al que estaba mal estacionado, porque había que llegar al lugar".

Un taller de hojalatería que funcionaba en la parte baja del edificio, fue pérdida total.