Los jóvenes deben estar listos para aprender, no solamente las funciones y responsabilidades de la posición para la que fueron contratados, sino tener un amplio conocimiento de las políticas y reglamento interno.
Estos son los primeros puntos que deben atender:
Vestir de forma adecuada desde la primera entrevista.
Mantener una asistencia intachable.
Demostrar que siempre se está dispuesto a aprender.
Mantener la energía.
Usar un lenguaje culto, nada de palabras ni frases inadecuadas.
Ser capaces de mantener un buen desempeño, aun sin supervisión.