Rescatar a un bebé de ocho meses de gestación de una letrina, no se compara en nada con los maleantes que ha arrestado, ni las armas que ha logrado decomisar en sus 17 años de carrera.

EL DEBER LLAMABA

Aunque el ambiente fue desagradable, primó en el capitán Bill Rodríguez y el agente José Valderrama, del Servicio Preventivo Motorizado de la Zona de Policía de San Miguelito, el salvar una vida. Esto sucedió en El Valle de Urracá.

SALIERON DE LA RUTINA

Con la emoción reflejada en su rostro, el uniformado explicó que estaban haciendo su recorrido habitual por el sector de Santa Marta, cuando el radiooperador informó que un bebé se encontraba dentro de una letrina.

FUERZAS DE DONDE NO HABIA

De inmediato, ambas unidades acudieron al lugar sin dar con la letrina. Su preocupación aumentó, porque ya había pasado una hora desde que la madre de la criatura había evacuado al infante en el servicio de hueco.

Resignados, se disponían a retirarse del lugar, porque no encontraban nada, pero en eso el agente Valderrama exclamó: "Dios, danos una señal de vida", y al instante el niño empezó a llorar.

LEJOS DE LA PESTILENCIA

Ubicado el menor de edad, sacaron fuerzas sobrehumanas y arrancaron la taza con las manos y sin importarles las heces, Rodríguez metió la mano y sacó al bebé.

De inmediato lo llevaron en un patrulla al Centro de Salud de El Valle de Urracá, donde le brindaron los primeros auxilios.

Durante todo este tiempo estas unidades no sentían la pestilencia que se les había impregnado, pero cuando ya se enteraron que el niño estaba fuera de peligro, sintieron la hediondez.

COMPROMETIDO

Bill expresó a DIAaDIA que cuando llegó a su casa abrazó a su hija, y contó la hazaña que tuvo en el día. Finalmente, dijo que siente que esta fue una oportunidad que Dios le dio de salvar a esta criatura. Por eso afirmó que no dudaría un segundo en volver a hacer un gesto como este.

ESTABLE

César Morales, subdirector médico del Hospital San Miguel Arcángel, dijo que el niño se encuentra estable.