Panamá dio anoche la primera sorpresa de la Copa Oro al vencer, por primera vez, a los Estados Unidos 2 goles por 1. De esta forma, La Roja avanza a la siguiente ronda del torneo y, de paso, le mete una cachetada a la estadística contra los yanquis que siempre nos habían ganado.
Los goles istmeños fueron anotados por Luis "El Matador" Tejada y Gabriel Gómez, en el primer tiempo; por Estados Unidos descontó Clarence Goodson.
Con su anotación, Tejada igualó a Jorge Dely como máximo goleador de la selección absoluta de Panamá, con 22 tantos.
En el fútbol hay partidos que marcan un antes y un después. La victoria de Panamá sobre los Estados Unidos es la primera en diez encuentros, pero más allá de los tres puntos, esta victoria podría servir para que "La Roja" por fin se sacuda los complejos de siempre.
No obstante, para que la victoria verdaderamente rinda y sea efectiva en la familia fútbol, el técnico Julio Dely Valdés tiene que asegurarse de que los jugadores no se crean los elogios excesivos ni las caravanas de celebración en la Calle 50.
LA FIGURA
El hombre que guió a Panamá fue Gómez, quien marcó la diferencia respecto al resto, porque se tomó un segundo para pensar qué hacer, pisando la pelota y marcando el ritmo. Y fue tanto su buen hacer, que de sus pies nació el primer gol marcado por Tejada.
Hay que decir que los goles tienen una particularidad... pueden ser bonitos o feos, pero hay una cosa cierta, que no necesitas romperle el pecho al portero para anotar; anoche Tejada lo comprobó al rematar, apenitas, un balón que previamente había cabeceado Eduardo Dasent y que fue sofocado por Howard , pero con tanta buena suerte para Panamá que el portero del Everton se la dejó "El Matador" ahí y no hubo perdón.
A partir de ahí, el juego de Panamá fue defensivo. El equipo de Julio Dely hacía largos retrocesos, los delanteros comenzaban a presionar la salida yanqui desde el mediocampo para, al momento de recuperar, atacar con fiereza.
El principio planificado por Julio Dely fue el embudo: cerrarse en defensa, no dar espacios, ser muy estrecho cuando la pelota la tenían ellos. En síntesis, que no estuvieran cómodos; proponía ser amplio e intentaba ser profundo, es viejo el axioma, pero efectivo.
Controlado el partido, Panamá fue más osado... se atrevió a avanzar algunos metros y encontró premio. Llegó el segundo.
Tim Ream, el lateral, cometió un error grosero al tratar de despejar y en su intento de sacar el balón tropezó a Blas Pérez a los 36 minutos, y Marco Antonio Rodríguez, el siempre señalado "Chiquidrácula", esta vez no fue parte y no dudó en pitar el penal.
Gómez marcó el segundo. Por la importancia del partido, Gavilán no se atrevió o no quiso darle a lo "Panenka", quizás porque la dirección técnica le advirtió que los servicios de inteligencia yanquis merodeaban los campamentos y cambió la forma, pero con el resultado esperado.
BAJON
Panamá cambió en el segundo tiempo y nuevamente hubo un bajón en el rendimiento, los jugadores dejaron de defender en el centro del campo y terminó replegándose hasta su propia área. Por eso no era extraño que en los linderos de Penedo había hasta siete jugadores defendiendo.
El problema del repliegue excesivo es que se ahoga la salida y lo más probable es que aquel que presiona termine marcando, y eso pasó con el gol de Clarence Goodson a los 66.
Con el gol yanqui en el luminoso y la presión, a más de uno se le metió el miedo en el cuerpo, ahí se volvió al viejo pelotazo, que anoche no fue utilizado como recurso, sino como método que le da a Panamá su primera victoria sobre Estados Unidos, 47 años después y luego de diez partidos.