La espera se prolonga cada vez más y se agudiza el problema. La fetidez por la basura, las moscas y los gusanos pululan en varios sectores de Arraiján.
Algunos de los 18 mil usuarios de CREDESOL, cansados de esta situación, se han dado a la tarea de llevar los desechos sólidos de su casa a los predios de la oficina recolectora de basura en este distrito. Ésta es la medida de protesta a la que han recurrido, ya que según ellos, el recibo por la recolección de basura viene completo y no lo justifican.
Por su parte, Eduardo Quintero, asistente del gerente de CREDESOL, manifestó que esperan una respuesta positiva del Municipio de La Chorrera y que se les permita el día de mañana botar la basura en Playa Chiquita, debido a que tienen una semana de no prestar este servicio. Quintero explicó que no usan el vertedero de Cerro Patacón, porque les resulta muy costoso y la empresa no tiene esa disponibilidad en estos momentos. Le cobran B.17.00 por cada tonelada; mientras que en el vertedero de La Chorrera pagaban B.300.00 diarios. Agregó que los cobros están por el suelo, y se limitó a decir que son pérdidas muy altas.
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