Tradición es una palabra que encierra cientos de conceptos. Muchos cuando pensamos en ella, nos remontamos a actividades como el baile del tamborito y la junta de embarra o la hierra. No obstante, en sectores como Kankintú, existen costumbres ignoradas por gran parte de los panameños y que están a la espera de que nosotros la conozcamos, como las que nos ofrecen los ngöbe buglés en el área de Kankintú.
CASAS SINGULARES
Un hecho que llama la atención a la hora de visitar Kankintú es la estructura de sus casas.
Máximo Quintero, conocedor de la vida ngöbe, relató que las casas en Kankintú no siempre presentaron esta forma.
Indicó que adquirieron estas características a principios del siglo pasado, con la presencia de los misioneros norteamericanos.
Puntualizó que las casas se construyen en la parte alta, aclarando que con el paso de los años fueron adquiriendo fisionomías acordes al gusto de la gente del lugar. Los hechos cambian cuando una persona fallece. Quintero recalcó que cuando una persona muere, los deudos abandonan el lugar. Precisó que en su cultura cuando alguien deja de vivir, el espíritu queda vagando y hasta que la casa no se caiga, no se vuelve a construir en el lugar para evitar los espantos.
LAS MUJERES DENTRO DE ESTA SOCIEDAD
Un acontecimiento que no pasa inadvertido es el momento en el que se pasa de la niñez a la pubertad.
Entre los ngöbes, cuando una niña se desarrolla se hace una serie de ritos que incluyen una fiesta.
Quintero admitió que la jovencita es separada cinco días del resto de la comunidad.
Destacó que a la chica sólo la pueden ver las abuelas o las ancianas que hacen mochilas. En ese periodo, dijo, se le enseña cómo debe vivir en el hogar y comportarse en la sociedad. Al cumplirse ocho días, se le hace una fiesta y se pone a la joven a cocinar; además, en ese lapso, la festejada debe saber hacer mochilas.
Quintero descartó la falsa idea de que las mujeres llevan el peso de sus bolsas en la cabeza para no ver a los otros hombres.
El conocedor dijo que la razón primordial de que se lleve la mochila de esta forma, es que así pueden balancear mejor el peso, admitiendo que con este método pueden llevar hasta cien libras.
Con respecto al matrimonio, afirmó que en su cultura no se acostumbra este rito, determinando que en otrora cuando un joven veía a una muchacha que le gustaba, esperaba que llegara a la adolescencia y le decía a los padres que "quería yernar en su casa" para que los progenitores de la pretendida lo aceptaran.
Reconoció que esta actividad ya no se estila y las mujeres deciden quién será su futuro marido.
Otro hecho que ha cambiado es que las féminas a los doce o trece años se unían, pero ahora lo hacen a edades más tardías.
UNA RELIGION DIFERENTE
"Los ngöbes practicamos la religión mama tata y la religión católica", confirmó Quintero.
Al referirse a la mama tata declaró que esta secta nació el 22 de septiembre, cuando a la señora Delia Bejarano se le apareció una virgen en la región de Río Balsa, Chiriquí.
En esa ocasión, la aparición le dijo a Bejarano que se debían cambiar ciertas costumbres, entre ellas la balsería.
Acotó que la religión mama tata se ha extendido principalmente en Bocas, hasta el punto que la balsería desapareció totalmente, a pesar de que los mejores practicantes de esta actividad estaban en esa zona.
Aclaró que los seguidores consideran que es la única forma de salvar al pueblo ngöbe de la desaparición.
Entre las diferencias con la religión católica, subrayó que sus reuniones se realizan los sábados y se comen las verduras tradicionales de esta tierra, entre ellas el dachin, fruto propio de la zona. Además, resaltó que todo lo que se cocina se come en comunidad.
El costumbrista comentó que las reuniones se hacen en regiones apartadas y no participan personas que no practiquen la mama tata.
Concluyó que si un latino desea pertenecer a la mama tata lo puede hacer, ya que esta religión no discrimina, sino que acepta a todos por igual, mientras se rijan bajo sus leyes.
Kankintú: Su nombre salió del hecho de que en las aguas del Cricamola se podían observar grandes cardúmenes de peces urel, que en lengua ngöbe significa kangui. La otra versión es que existían muchas guacamayas, que también se les llama kangui.
"El baile tradicional es el guara, que antes le decíamos equi", señaló Máximo Quintero.
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