Todas las tardes, al salir del colegio San Agustín de Kankintú entonaban canciones de moda, por lo que decidieron crear un coro.

Hoy, Adalberto y Nathanael se han unido a tres jóvenes más y han conformado el grupo musical llamado Voces y acordes de María de la Medalla Milagrosa, que acompaña todas las Eucaristías que se celebran, ya sea en castellano o en la lengua Ngöbe.

DOS CHICOS, UNA QUIMERA

Adalberto, al que todos conocen como "Nacho", no es amante de la historia o del español, pero disfruta de tal manera la música que se somete a rigurosas horas de prácticas tanto de canto como de guitarra, instrumento que aprendió a tocar hace menos de un año.

Por su parte, Nathanael se pega a los bongos, buscando nuevos sonidos que hagan que las personas que vayan a misa gocen del tiempo que dure la celebración. Él anhela ser médico, afirmando que si esto no le es posible, por lo menos espera ser enfermero.

Aunque nunca han pasado de Chiriquí Grande, su sueño es ir a Panamá y presentarse en la misa televisiva, por lo que a través de mucha constancia se preparan para que cuando llegue ese día estén a la altura de las circunstancias, a pesar de que no cuentan con dinero suficiente para lograrlo; no obstante, se aferran a Jesús, a la Virgen y a San Agustín, augurando que ellos les van a realizar ese milagro.